Esta es mi runa.

Representa muchas cosas, representa al amor, representa al arte y representa a la creación, la creatividad.

Pero además de todo eso incluye la necesidad de compartir, el anhelo de ser deseado y la búsqueda de similitudes.

Es la necesidad de necesitar y de ser necesitado.

Es jodida esta puta runa egoísta de los cojones.

Es complicado transformar sentimientos en palabras, aunque no se si tanto cómo transformar palabras en sentimientos...

Celosa compañera

La niebla nos pone en nuestro sitio, omnipresente igualador y separador. Yo y mi mundo, ella, el resto. Blancura inmensa que limita mi percepción de la realidad haciendo que aquello que va más allá de la blancura solo sea cognoscible si me desplazo y lo descubro, o a través de las palabras equivocadas de aquellos que me cuenta que hay más allá de lo blanco.

Soledad provocada, la niebla es a la vez cruel y compañera pues también está ahí cuando la necesito, me oculta aquello que no quiere ser percibido. Se apiada de mi visión, mi mente y mi alma dejándolas intactas ante la adversidad, ante la marea de acontecimientos hirientes que suceden a mi alrededor.

La niebla, cruel aliada, fiel compañera y amante. Aparece y desaparece sin avisar, sin ser llamada y sin ser percibida, pues de tan astuta qué es se oculta a sí misma en su propia niebla de tal forma que soy incapaz de percibir que está ahí.

Mi dulce amiga. Mi eterna enemiga.